EI NEWS #4

Las tecnologías y la pasión, claves para la formación continua en las
organizaciones

Al menos 5 mil millones de personas vieron uno o más partidos del mundial de fútbol realizado en Catar (2022). La final y el partido Argentina vs. México (fase de grupos) fueron los encuentros más vistos.

Fuente: Forbes, Argentina.

72 millones de “me gusta” generó la foto que publicó Messi en Instagram, luego de la victoria ante Francia. Así, se convirtió en la publicación más “likeada” en la historia de esta red social.

Fuente: CNN es español.

24.400 tuits por segundo se publicaron durante la final Argentina vs. Francia.

Fuente: TN Argentina.

Más de 350 empresas (Hilton, Nestlé, Coto, Diarco, Cabify, Assist Card, entre otras) implementaron la aplicación Prode del Mundial Catar 2022 (desarrollado por Cuponstar) para fomentar la interacción entre los colaboradores y afianzar su sentido de pertenencia con la organización.   

Fuente: Ambito Financiero.

«Educar para el cambio implica promover potencialidades, personas ricas en originalidad, flexibilidad, visión, iniciativa y confianza.».

#voces

Adriana Fainstein, Licenciada en Psicología. Especialista en Recursos Humanos y creadora de la iniciativa Ojo que piensa.

Como decía Fontanarrosa “las pasiones son bastante inexplicables”. Sufrimos, lloramos, nos enojamos, alentamos, con cuerpo y alma. La infancia nos vincula a un mundo lleno de pasiones. Pareciera, a veces, que el crecer implica dejar a algunas de ellas atrás. Salvo excepciones, como en el fútbol. Allí no solo está permitido ser apasionado, sino que está mal visto no serlo.

Como educadora me desafío todo el tiempo a “mirar el mundo con ojos de niño”, a promover en mí y en quienes aprenden esa curiosidad que creemos perder con el paso de los años. A inspirarme y a inspirar. La palabra inspiración proviene del latín inspiraretio. El prefijo “in”, hacia adentro; el verbo “spirare”, respirar y el sufijo “tio”, acción. Refiere a la idea de que algo de afuera venga hacia adentro de nosotros o, dicho de otra manera, la iluminación del espíritu proveniente de las musas.

¡Busquemos una educación continua que ofrezca muchas musas! Que favorezca e incentive en los estudiantes adultos pasiones y los aliente a experimentar, probar, relacionar con las propias trayectorias y experiencias. Educar para el cambio implica promover potencialidades, personas ricas en originalidad, flexibilidad, visión, iniciativa y confianza. Así, aprender se vuelve más divertido.

«Los videojuegos brindan agilidad, narrativas potentes, habilidades morales, aprendizajes más productivos, y especialmente, esperanza«.

#voces

Los escenarios culturales contemporáneos plantean desafíos que son multidimensionales y complejos. Se hace evidente que las formas de producción, circulación y distribución del conocimiento se han visto interpeladas y, por tanto, la formación, la capacitación laboral y la inserción en el mundo profesional se comprenden desde nuevos parámetros. La simultaneidad de las noticias, el aceleramiento tecnológico, la segmentación de la información según los usuarios y sus intereses, el crecimiento de la industria del gaming, entre otros, crean una cartografía en la que se desdibujan territorios, intimidades y el sentido de las experiencias que se priorizan en relación con aprendizajes emergentes de nuevo tipo.

En este contexto, los videojuegos ofrecen la posibilidad de imaginar mundos posibles, habilitan el diseño de experiencias más riesgosas e invitan a hipotetizar y construir modelos interpretativos, que fortalezcan procesos de anticipación, autorregulación, autonomía, autoconfianza, toma de decisiones y un deseo constante de autosuperación. Estas capacidades se logran en entornos lúdicos inmersivos, que crean ambientes seguros en los que se aprende a lidiar con la incertidumbre, el conflicto, lo emocional y lo diverso.

En la actualidad, las comunidades de videojugadores ofrecen la oportunidad de un aprendizaje colectivo en permanente mutación. La comunidad de Fornite, por ejemplo, a fines de 2021 había alcanzado unos 300 millones de usuarios y hoy podemos encontrar hasta 4 millones de jugadores en simultáneo. Los imagino a todos ellos resolviendo problemas ambientales, de género, de catástrofe, laborales, etcétera. Poniendo todo su potencial e inteligencia al servicio de una construcción colegiada que inspire a un futuro mejor, solidario e inclusivo. Los videojuegos brindan agilidad, narrativas potentes, habilidades morales, aprendizajes más productivos, y especialmente, esperanza.

«Es tiempo de soñar lo inconcebible y de asumir el desafío épico de disrumpir la educación en los actuales contextos de aceleración y mutación digital«.

#voces

Verónica Perosi, Directora de Experiencias Formativas de la Escuela de Innovación.

Vivimos un momento de profundas emociones, un tiempo de esperanza, de saber que podemos ser mejores como sociedad. Para lograrlo es necesario apoyarnos en la comunidad, la creación colectiva, el conocimiento —siempre provisional— y las tecnologías de vanguardia.

Percibimos un escenario global de amplias posibilidades. En la educación se disipan las fronteras arquitectónicas tradicionales, nacionales y regionales, en pos de consolidar los procesos de innovación en las formas de enseñanza virtual, el fomento de incubadoras de ideación ágil, los laboratorios permanentes de innovación docente, el bienestar digital y el diseño de experiencias de aprendizaje centradas las personas.

En este marco, la analítica del aprendizaje es portadora de promesas y posibilidades. Permite procesos de toma de decisiones optimizados a partir del análisis de datos (interpretar hechos pasados para comprender por qué sucedieron y tomar decisiones futuras más inteligentes), el monitoreo (mirar las cosas mientras suceden), y la analítica predictiva (indagar los datos para hacer predicciones, implementar una estrategia de uso de algoritmos predictivos para medir y tomar mejores decisiones futuras institucionales, de procesos de aprendizaje y de seguimiento a los estudiantes).

En la formación continua buscamos construir mejores experiencias a partir de estos datos. Nos interesa abrir múltiples recorridos, en los que podamos “jugar” y develar incógnitas para mejorar la realidad que vivimos, que propongan diversidad de versiones alternas con problemas reales, arquitecturas cognitivas móviles y oportunidades en góndola. También, prácticas donde lo cognitivo y lo emocional estén al servicio de nuevos diseños, no previsibles; donde podamos construir con otros y que nuestros cuerpos y sentidos se vean interpelados íntegramente. Sentimos que es “el tiempo” para hacerlo. Es tiempo de soñar lo inconcebible y de asumir el desafío épico de disrumpir la educación en los actuales contextos de aceleración y mutación digital.

En la Escuela de Innovación nos obligamos a mirar lo emergente desde una perspectiva compleja, más allá de la persistente preeminencia de los enfoques instrumentales, y cambiamos las reglas de juego para crear experiencia en los teaching styles. Lejos de identificarlos con una tipología rígida, son constructos dinámicos y fluidos, que seguimos caracterizando a medida que contrastamos con la práctica:

  • El caleidoscopio, centrado en casos: propone situaciones dilemáticas y de compleja solución relacionadas con la vida profesional. Se presentan a través de narrativas complejas, storytelling, documentales, entre otros.
  • El Lab: un espacio para la experimentación, el diseño, el prototipado y la creación. Se trabaja de forma iterativa sobre un objeto (concreto o temático) y se ofrecen piezas gráficas, que acompañan el trayecto.
  • Expertise: a través de la lógica de taller, se promueve el entrenamiento en estrategias de resolución de problemas y desafíos. El docente es entrenador y ofrece mentoría.
  • El Ágora: un fogón que promueve encuentro y cocreación de conocimiento. Se fortalecen el coworking, el networking y el sentido de comunidad.
  • El Objeto concéntrico: propone comprender un tema (pregunta/objeto/caso/dilema) en toda su complejidad, a través de un ejercicio intelectual de abordaje, en forma recurrente y recursiva.

Existen otros tipos de teaching styles, orientados a experiencias inmersivas y solidarias de los lenguajes mediáticos actuales. En esta línea, identificamos:

  • El inmersivo por gamificación: incentiva el aprendizaje por experiencia. El estudiante dedica tiempo a la exploración, la entrada al juego y el metaanálisis, a los encuentros destinados a generar comunidad, la mentoría de procesos y a propuestas de streaming.
  • El inmersivo por transmedialidad: invita a acceder a una narrativa a través de entradas y recorridos alternativos, con lógicas divergentes y “saltando” de un medio a otro. Sus llamadas a la acción están vinculadas con investigar y producir contenido.

Todos estos modelos son invitaciones a crear y vivir una experiencia de educación fluida, donde las relaciones entre educación y tecnología (en el marco de ideas tan presentes en los discursos cotidianos como la de “educación híbrida”) necesitan ser resignificadas a partir de la combinación de formatos y plataformas más dinámicas, no previsibles y creativas, que se articulen con los desafíos de las organizaciones y de los contextos contemporáneos.

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